Algunos responsables de tiendas nos suelen contar que tienen la sensación de que a las personas que paran junto a su escaparate les da miedo entrar en la tienda. Si eres de los que se preocupa por hacer un buen trabajo de escaparatismo es frustante ver cómo no consigues que tu esfuerzo se vea recompensado con más ventas.
Es evidente que no podemos vender si no entran personas a nuestra tienda. Por eso tenemos que ver el tráfico de personas al interior de nuestro comercio como algo positivo y que tenemos que propiciar, aun cuando estas personas no compren nada ese día.
Como nos gusta que nuestro blog sirva para responder a vuestras consultas, vamos a analizar las razones por las que no entran clientes en tu tienda, incluso si se han parado frente al escaparate.
Para ello vamos a partir de la base de que conocemos el potencial paso de clientes por la zona en la que está ubicada nuestra tienda y que hemos analizado el “grado de atracción” de nuestro escaparate (Puedes ver nuestros posts sobre ¿Es atractivo mi comercio para los clientes? Parte 1 y Parte 2)
Algunas razones por las que los clientes no entran en tu tienda
Alguna barrera física les impide entrar
Lo primero que tenemos que considerar es que el acceso a nuestra tienda sea fácil: una puerta demasiado estrecha o pesada, escalones, una mala señalización del acceso… pueden ser posibles razones de que no entren personas en nuestra tienda. Antes de ponernos a analizar otros motivos, conviene preguntarnos si se puede entrar cómodamente en el interior.
Se preguntan, ¿qué habrá en el interior?
Otra de las posibles causas por las que un cliente teme entrar en tu tienda es porque no sabe lo que va a encontrar en el interior, básicamente porque no lo ve, lo cual provoca falta de interés o “miedo” a lo desconocido. Si tu negocio depende en gran medida de que entren personas que no conocen tu marca, muestra su interior, sé transparente.
Esto puede ocurrir en comercios con poca antigüedad o los situados en zonas turísticas o de paso, que dependen en gran medida de que entren personas que no los conocen. Como comprobarás las marcas más conocidas suelen tener escaparates más cerrados (opacos) que les permiten aprovechar mejor el interior. Si tu tienda es nueva o poco conocida para las personas que pasan por delante, asegúrate que desde fuera se ve el interior de la tienda para generar confianza
Ven algo en el interior que no les gusta…
Puede ser que mostremos el interior de nuestra tienda y el posible comprador vea algo que no le guste, como por ejemplo:
- Una tienda desordenada, con mercancía sin colocar o colocada sin criterio, o bien falta de señalización
- Suciedad, aspecto descuidado o malos olores que salen al exteriorPoca luz, que no permite apreciar qué hay en el interior
- Probadores indiscretos, muy visibles desde el exterior, en los que el posible comprador se sentiría incómodo
- Producto “encerrado” en vitrinas o armarios, o bien tras el mostrador, de tal forma que no es accesible para los posibles compradores
- Diseño que no corresponde con la imagen exterior o que es poco atractivo
Consulta nuestro post sobre Los 4 imprescindibles de tu tienda
Creen que el producto que vendes no es para ellos
Si tu escaparate es atractivo pero no muestra el rango de precios es posible que los posibles clientes que lo ven crean que tu producto no es para ellos. No queremos decir que piensen que es demasiado caro, también es posible que piensen que es demasiado barato. Muestra tus precios siempre, no solo cuando hay una promoción. Hay muchas formas de mostrar los precios, solo debes encontrar una que se adapte a tu estilo de comunicación y diseño.
Tu tienda es nueva y no les inspira confianza
Cuando tu negocio es nuevo debes utilizar herramientas que permitan generar confianza, de tal forma que tus clientes potenciales puedan vencer ese “miedo a lo desconocido”. Algunos ejemplos:
- Internet: tener disponible un catálogo online, tener una página en Facebook o un perfil en Instagram pueden hacer que tus compradores potenciales se hagan una idea de cómo es tu tienda y por qué visitarte. Eso sí, asegúrate de que invitas desde tu escaparate a visitar tu web o redes sociales o mejor, a interactuar desde internet. Otra forma de usar internet es a través de los influencers o bloguers, que en algunos sectores pueden mover a muchos de sus lectores a tu tienda. También puedes pedir a esos clientes satisfechos una reseña para incluir en tu web o en tus redes sociales; seguro que están encantados de hablar de esa genial experiencia que han vivido comprando en tu tienda
- Colabora con otras tiendas: también puedes plantearte colaborar con otras tiendas más conocidas de tu zona: muestra parte de tus productos en otro comercio colaborador ofreciendo a cambio, por ejemplo, mostrar los productos de la otra tienda en la tuya o bien sortear uno de tus productos entre los clientes de tu partner
- Premia a tus prescriptores: Ya tienes clientes que han comprado en tu tienda y les ha encantado. Invítales a traer a otros clientes y prémiales por ello: un descuento en su siguiente compra, un pequeño regalo, una invitación a un evento… Pide a esos clientes satisfechos una reseña para incluir en tu web o en tus redes sociales; seguro que están encantados de hablar de esa genial experiencia que han vivido comprando en tu tienda
Les da “vergüenza” no comprar nada
Como ya sabemos muchas de las decisiones de compra se toman en el interior del punto de venta, razón por la cual nos encanta que entren clientes en nuestra tienda. Sin embargo, puede parecer que nuestra tienda solo “acoge” a las personas que van a comprar. Aunque cada persona es diferente en este aspecto, puedes considerar algunos cambios para mejorar:
- Asegúrate de que en tu proceso de venta el cliente no se siente acosado, que puede mirar tranquilamente, tocar y sentir, e incluso degustar o probarse sin sentirse presionado
- Organiza eventos o demostraciones de producto de asistencia gratuita para provocar visitas en las que los potenciales clientes se sientan cómodos en tu tienda, incluso si no compran nada
- Cuéntales que son bienvenidos: usa la comunicación en el punto de venta para dar la bienvenida a tu tienda, invitando a mirar, a tocar, a sentir…
¿Has notado alguna vez que a los clientes les daba «miedo» entrar en tu tienda? ¿Por qué crees que era? ¿Qué has hecho para que pierdan ese temor? Nos encanta conocer tus experiencias
[ninja-inline ID=2704]Este post se lo dedicamos a Esti de Intimalia Pamplona
Muy buen post Igone! Comparto ?
Mila ezker! (Mil gracias)
Muy interesante el artículo, Igone. A mi me ocurrió cuando abrí la tienda y durante meses. Mi comercio es una pequeña tienda de alimentación de unos 40 m2, en el barrio de Romo, en Getxo. Quise darle un aspecto más propio de tienda gourmet y claro, la gente miraba a través de los escaparates sin atreverse a entrar. Y eso que algunos de los precios estaban bien visibles desde la calle. A base de no caer en el desánimo, persistencia, el uso de facebook y blog, trató personal, un buen producto y mejor conocimiento de este, conseguí que el boca oreja fuera mi mejor publicidad y ahora el Rincón de Palomero funciona, aunque esperó no haber tocado techo. Gracias por este tipo de post que nos ayuda a ver que las cosas no nos pasa sólo a nosotros
Muchas gracias por tu comentario Iñigo y enhorabuena por los buenos resultados de El Rincón de Palomero
Me alegra leer comentarios de este tipo. Aunque en sectores totalmente distintos me siento muy identificada con lo que dice. Cuando tenía en mente mi lencería lo tenía claro pero cuando empiezas a ver que la gente mira con miedo desde la acera no dejas de pensar en que igual te has equivocado, pero leer que es cuestión de tiempo me anima mucho. Estoy empezando a notarlo poco a poco y coincido con que el boca a boca y que la gente que se atreve sienta lo cercana que soy y mi profesionalidad como un punto a favor sé que me ayudará.
Muchisimas gracias por el post y por la dedicatoria.
Tomo nota de ciertas cosas. El tema de la entrada, olores y demás en mi caso no me sirve porque es una tienda nueva pero la segunda parte del post me la anoto toda ja ja ja.
Gracias por este trabajo Igone. Encantada como siempre!
Gracias a ti, Esti 🙂