Seguro que ya te has planteado cómo fidelizar a los clientes de tu comercio. En artículos anteriores ya hemos comentado que es tan importante o más mantener a tus clientes actuales que ir en busca de otros nuevos.
Pero lo que no podemos hacer para fidelizar es llegar a invadir a nuestros clientes con información de nuestras ofertas y promociones a través de emails o redes sociales, hablando solo de nosotros mismos. Como clientes, no somos meros consumidores de información, en realidad tenemos información de sobra y ahora queremos encontrarla de forma activa, queremos buscar, queremos jugar. La gamificación es una poderosa herramienta de fidelización que también puedes usar en tu comercio. Descubre qué motiva a tus clientes y dales su recompensa.
Los juegos fidelizan
Hace unos pocos años podíamos considerar como ocio recorrer las galerías de un centro comercial un sábado por la tarde, expuestos a los mensajes de los escaparates y del hilo musical. Hoy queremos ser una parte mucho más activa en el proceso de compra: buscamos por internet, consultamos en foros, compartimos, preguntamos a amigos o queremos encontrar esa tienda original y exclusiva… y elegimos el lugar en el que nos sentimos a gusto y recompensados al hacer nuestra compra.
Es imparable la aplicación de la gamificación al marketing, en especial como herramienta de fidelización, porque además nos permite convertir a nuestros clientes en «recomendadores» (prescriptores) de nuestra marca, negocio o comercio. Podemos encontrar muchos artículos que nos lo confirman o que nos explican cómo debe ser un «juego» para que realmente motive a los clientes a participar. Nos ha gustado este post de Mis Apis por tus Cookies en el que nos hablan tanto de las aplicaciones como de los elementos de la Gamificación.
Aunque parezca algo muy novedoso, ya hace muchos años que existen diferentes juegos que pretenden, con mayor o menor éxito, motivar a los consumidores: por ejemplo, las clásicas cartillas de puntos, en las que pegamos unos pequeños sellos que nos entregan con cada compra y que debemos completar para obtener un regalo, o también las ruletas que se colocan a la salida del supermercado.
¿Qué recompensa motiva a mis clientes?
Pero en realidad, lo más complicado es encontrar qué motiva a nuestros clientes o potenciales clientes. En psicología se distingue entre motivaciones extrínsecas e intrínsecas.
- La motivación extrínseca es exterior, los motivos que nos impulsan son ajenos a nosotros mismos. Hay un refuerzo positivo que nos impulsa a realizar determinada acción. Por ejemplo, si por comprar en mi tienda entras en el sorteo de un viaje o una cena.
- La motivación intrínseca es la que nace de nosotros mismos, de nuestro interior: el orgullo, el placer, la realización personal, la recompensa interna, la superación… es decir, aquello que nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos. Por ejemplo, si al comprar en mi tienda superamos tus expectativas como cliente, te reconocemos al entrar o te proponemos un reto con el que te identificas.
(Puedes saber más sobre las motivaciones consultando «Psicología motivacional«)
Las motivaciones extrínsecas pueden ser válidas para captar clientes, pero debes tener en cuenta las motivaciones intrínsecas a la hora de fidelizar y más si estás pensando en una estrategia de gamificación para tu tienda o asociación de comerciantes.
¿Qué herramientas puedo usar?
Todas las que puedas. Si tienes un e-commerce el juego puede empezar en tu web pero también debe ser social, llévalo a Facebook, a Twitter, Instagram….. Si tienes una tienda física, genial, lleva el juego también a tu local: cuantas más visitas, más posibilidades de venta. En cualquier caso, aprovecha la tecnología para llegar a más personas.
Esto es cuestión de creatividad, de encontrar qué les apasiona a tus clientes y poner en marcha una estrategia bien diseñada, adaptada a tus posibilidades y con mucha ilusión.
Puedes leer más sobre Gamificación en Puro Marketing
En @eureeko estamos en la misma línea de potenciar juegos en entornos retail! 🙂
Gracias por la aportación, Nuria 😉
Muy buen post, el camino está marcado… 😉
¡Gracias!