Existen muchas clasificaciones de los tipos de compradores que pueden aparecer por nuestra tienda. Pero está claro que ante los consumidores y en la atención al cliente, debemos ser buenos vendedores. Por muy bueno que sea el diseño, muy cuidada nuestra presencia en internet y nuestros productos y precios muy atractivos, un mal vendedor puede acabar con la relación con un cliente o hacer que no vuelva a nuestra tienda.
Os presento una pequeña clasificación de los tipos de vendedores que nos solemos encontrar en la tienda; seguro que hay muchos más, a ver si os sentís identificados con alguno de ellos:
- Vendedor agresivo: es el que nos aborda con agresividad. una vez que sepa cuál es el producto que más nos atrae de la tienda, utilizará una serie de tácticas para que compremos: «Este precio sólo es válido hoy» o «Voy a hacer una llamada, creo que queda una unidad de oferta en el almacén». Puede ser muy útil con algunos tipos de clientes, pero cuidado, el consumidor cada vez está más informado y estas tácticas ya no funcionan como hace unos años.
- Vendedor sonriente: nos atiende con una sonrisa y de buen humor, se nota que le gusta su trabajo. Pero cuidado, la sonrisa de un vendedor debe nacer desde dentro; el comprador puede notar que el vendedor está enfadado o molesto, aún con una sonrisa en la cara.
- Vendedor parlante: es un vendedor inseguro, que ante la posibilidad de que nos marchemos sin comprar, comenzará a hablar de lo buenos que son sus productos, lo genial que es su comercio o lo barato que nos sale comprar en su tienda. Lo malo es que no suele escuchar al cliente y por lo tanto no llega a saber qué es lo que valora y quiere el consumidor.
- Vendedor «NO»: es el que siempre nos contesta con un «no»: «De eso no tenemos» o «No podemos hacer ese servicio» o «-¿Vais a tener más adelante? -No». El comprador quiere que le abramos posibilidades. Si no tienes y no encaja en tu comercio, indícale dónde lo puede encontrar; el cliente lo valorará positivamente, aunque le envíes a la competencia. Si puedes conseguirlo, explícale cómo: «Te lo podemos pedir y en 3 días lo tienes aquí».
- Vendedor cortante: no le gusta su trabajo y se lo demuestra al cliente. En cuanto nos explica como funcionan uno o dos artículos se cansa porque no nos decidimos y se le nota en la cara, gestos o tono de voz: parece que el comprador le molesta. Si tenemos un cliente muy pesado o indeciso debemos comprenderle y orientarle. Si vemos que no es el momento de la compra, le invitaremos a venir otro día.
- Vendedor de mostrador: simplemente dispensa lo que le pedimos. Se refugia tras el mostrador por comodidad, por timidez o por costumbre… En algunos casos ni saluda cuando entra un cliente. Es como una máquina de vending.
- Vendedor consultor: conoce muy bien el producto y sabe cuál es que más conviene al cliente. Sabe el precio de la competencia, cuáles son las fortalezas de su comercio, qué servicio extra es el que hará que el comprador se decida: pregunta, escucha, orienta…