Este es un post invitado de bitubi comunicación, con quien colabora Doctora Retail en proyectos de comercio y turismo. «bitubi comunicación» es una consultoría de comunicación para la empresa turística. Marta e Itziar ayudan a las empresas turísticas a hacerse visibles para sus clientes.
Según el reciente informe de la consultora Ernst & Young “La nueva era del travel retail: impacto y retos del turismo de compras”, España sólo se queda con el 3% del mercado europeo del gasto en compras realizadas por turistas extracomunitarios, a pesar de ser el tercer país del mundo en recibir turistas extranjeros.
La captación de este tipo de turista extracomunitario, sobre todo chino y japonés, es uno de los principales objetivos de los responsables de turismo de España para los próximos años. Pero este tipo de turismo principalmente de lujo que todavía no está llegando en masa a nuestro país no es el sujeto de análisis de este artículo. Queremos centrarnos en el aquí y ahora y entender el por qué no se está involucrando al comercio en la potenciación de los destinos turísticos. ¿Por qué no pasar de un turismo de compras basado en las compras de lujo a un turismo de compras basado en el consumo del producto en destino, independientemente del tipo de producto que sea?
La línea que separa al sector turístico del sector comercio cada vez es más delgada: clientes que van de compras y buscan una oferta gastronómica que complemente su día; viajeros que se alojan en un hotel con panadería, modelo de negocio mixto basados en la oferta “todo en un uno” de compras y ocio; personas que se alojan en un apartamento particular y compran en el supermercado del barrio.
El sector retail no ve su roll dentro del sector turístico, sólo ciertas tiendas situadas en puntos estratégicos de las ciudades, como pueden ser los cascos antiguos o las principales arterias de la ciudad, son conscientes de los beneficios que les puede reportar el turismo. Pero la nueva economía colaborativa, con nuevos tipos de alojamientos en barrios periféricos, está generando que el consumo se esté distribuyendo de forma más homogénea.
Pongamos el caso de una familia que se aloja en algunos de los apartamentos ofertados por una plataforma tipo airbnb o windu. Esta familia realizará sus compras de alimentación en los establecimientos del barrio donde esté situado el apartamento elegido y por qué no, también podrá realizar otro tipo de compras como pueden ser ropa, complementos o regalos.
En definitiva, hay que intentar mejorar la oferta comercial para adaptarla a las necesidades y los gustos de las personas que llegan a nuestras ciudades y pueblos. Es fundamental saber lo que buscan, cuándo lo buscan, dónde lo buscan y cómo lo buscan y así poder hacer que su experiencia de compras sea lo más placentera, fácil y segura posible. Y, sobre todo, es fundamental hacer partícipe al comercio de la importancia que tienen en la cadena de valor del sector turístico.